lunes, 7 de noviembre de 2011

REFLEXION

¿Ustedes se han puesto a pensar por qué tenemos dos oídos y una sola boca?. ¿Será un mensaje subliminal que nos está sugiriendo que debemos escuchar más de lo que hablamos?. Además, los oídos los tenemos hacia ambos lados y la boca en una dirección, de frente. ¿Estará sugiriéndonos esto que debemos estar dispuestos a escuchar todo lo que suceda a nuestro alrededor y hablar de frente a la persona a la que nos dirijimos y no mirando hacia otro lugar?. 

LAS 10 REGLAS DE LA BUENA ESCUCHA

  1. Deje de hablar: usted no puede escuchar si está hablando.
  2. Hacer que el que habla se sienta cómodo: ayúdelo a sentirse que es libre de hablar.
  3. Demuéstrele que desea escucharlo: parezca y actúe como si estuviera sinceramente interesado. NO LEA cosas mientras le hablan.
  4. Elimine y evite distracciones: no se distraiga juagando con pedazos de papel, escribiendo, etc.
  5. Trate de ser empático con el otro: trate de ponerse en su lugar, de manera que usted comprenda su punto de vista.
  6. Sea paciente: dedíquele el tiempo necesario, no interrumpa.
  7. Mantenga la calma y su humor: una persona colérica toma el peor sentido de las palabras.
  8. Evite discusiones y críticas, sea prudente con sus argumentos.
  9. Haga preguntas: esto estimula al otro y muestra que usted está escuchando, además de ayudar a desarrollar el tema.
  10.  Pare de hablar: usted no va a poder escuchar si no deja de hablar.


CONSEJOS ÚTILES PARA ESCUCHAR A QUIEN LO NECESITA

LO MEJOR ES INGRESAR EN SILENCIO AL MUNDO PRIVADO DEL OTRO Y DEJARLO QUE SEA ÉL MISMO

NO ESTAMOS ESCUCHANDO CUANDO:
  • Decimos que entendemos una situación aunque nunca la hayamos vivido.
  • Decimos tener una respuesta para el problema sin dejar que la otra persona termine de expresarlo.
  • Interrumpimos a la otra persona antes de que termine de hablar o le completamos sus oraciones.
  • Estamos impacientes por tener la palabra nosotros en vez de dejar hablar al otro. 
  • Contamos nuestra experiencia con lujo de detalles, haciendo que la otra persona sienta que su problema no tiene importancia.
  • Hablamos al mismo tiempo con más de una persona.
  • Rechazamos el agradecimiento de la otra persona afirmando que no hicimos nada para merecerlo. 
ESTAMOS ESCUCHANDO CUANDO:
  • Realmente tratamos de entender lo que dice la otra persona, aunque se exprese con dificultad y enlazando frases que parecen no tener demasiado sentido.
  • Entendemos el punto de vista del otro aún cuando vaya en contra de nuestras más sinceras convicciones.
  • Nos damos cuenta de que el tiempo que le dedicamos a los problemas del otro nos ha desgastado también a nosotros.
  • Dejamos que el otro tome sus propias decisiones con dignidad, aún cuando pensemos que puede estar equivocado.
  • No le sacamos el problema de las espaldas a la otra persona, pero sí la dejamos que lo resuelva de la manera que prefiera.
  • No le ofrecemos un consuelo religioso a la otra persona porque nos damos cuenta que no está lista o no es eso lo que busca.
  • Le damos a la otra persona el espacio suficiente para que se dé cuenta por sí misma qué es lo que anda mal.
  • Aceptamos la gratitud de la otra persona y le decimos cuánto bien nos hace saber que la pudimos ayudar cuando lo necesitaba. 

LA IMPORTANCIA DE SABER ESCUCHAR

Muchas veces no dejamos que los demás hablen tranquilamente y nos oponemos agresivamente a cualquier cosa que estos digan. Aprender a escuchar a las otras personas, por más que no estemos de acuerdo con lo que ellos dicen, tiene que ser una de las habilidades básicas en nuestro diario vivir.

La habilidad de escuchar es un factor determinante en las relaciones sociales, aquel que es un buen oyente se destaca sobre los demás, ya que saber escuchar y dejar hablar a los demás, demuestra apertura mental. Saber escuchar requiere de tolerancia, para así aceptar críticas, y poder expresar la opinión propia de una forma tranquila, sin generar conflictos, partiendo del respeto mutuo, y a la misma vez aprendiendo de nuestros semejantes, compartiendo conocimientos.

Cuanto más aprendes a escuchar más importante eres para los que te rodean. La persona que sabe escuchar, no procura cambiar el estado de ánimo del otro sino más bien compartirlo. Es muy importante aprender a estar en el lugar de la otra persona, reconoce la diferencia que existe entre “Tú” y “Yo”, recuerda que tú eres una persona y ella es otra.

Escuchar no es lo mismo que oír, al final del día hemos oído muchas cosas, pero se escucha poco, apenas prestamos atención a lo que dicen los demás, olvidando que la amabilidad, y la atenta escucha es la base para el diálogo.

Saber escuchar a las personas también es un arte, es una habilidad, son destrezas que se aprenden a lo largo de la vida, cuando escuchemos a alguien hay que escuchar prestando atención a todo el cuerpo, porque no escuchamos únicamente con los oídos, tambien debemos aprender a interpretar el lenguaje corporal de la otra persona, es decir, su expresión facial, la mirada, sus gestos, su aspecto corporal, la distancia física, el  tono de voz, tu mensaje verbal etc.

Cuando se sabe escuchar, se eleva la autoestima de la persona que habla, pues le permite sentir que lo que dice es importante para el que lo escucha, y con esto la comunicación se hace más fluida, respetuosa y agradable.

domingo, 6 de noviembre de 2011

COMPETENCIAS COMUNICATIVAS


Competencias ciudadanas: son un conjunto de conocimientos, actitudes y habilidades – cognitivas, emocionales y comunicativas – que apropiadamente articuladas entre sí hacen que el ciudadano democrático esté dispuesto a actuar y actúe de manera constructiva y justa en la sociedad.


Las Competencias Comunicativas se enmarcan en la perspectiva de derechos y brindan herramientas básicas para que cada persona pueda respetar, defender, y promover los derechos fundamentales, relacionándolos con las situaciones de su diario vivir en las que éstos pueden ser quebrantados, tanto por propias acciones, como por las acciones de otros. En estas situaciones las Competencias Ciudadanas representan las habilidades y conocimientos necesarios para construir convivencia, participar democráticamente etc.


Si estas habilidades y conocimientos se desarrollan desde temprana edad, los niños y niñas podrán ir construyendo los principios que estipulan los derechos humanos, teniéndolos como horizonte para su acción y su reflexión. Al entender la importancia y su sentido, los incorporaran en su vida cotidiana, se aprenderán de verdad, a promoverlos, y ejercerlos, a respetarlos, a hacerlos respetar.


Encontramos las competencias comunicativas que son las habilidades requeridas para establecer un diálogo constructivo con las otras personas, por ejemplo, la capacidad para escuchar y comprender los argumentos ajenos a pesar de no compartirlos, y la capacidad para expresar con claridad, firmeza y sin agresión los propios puntos de vista. Este será el tema objetivo de este blog, la problemática que causa la falta de escuchar atentamente a las demás personas.

FRASES CELEBRES

  • "Algunos oyen con las orejas, algunos con el estómago, algunos con el bosillo y algunos no oyen en abosoluto". Khalil Gibrán
  • "No hay peor sordo que el que no quiere oír". Matthew Henry
  • "Para saber hablar es preciso saber escuchar". Plutarco
  • "Quien responde antes de oír demuestra ser un insensato y digno de confusión". Salomón
  • "Si hablar y dar ordenes constituía el modelo de los años 50, saber escuchar caracteriza el perfil de los años 90". Tom Peters
  • "Presta a todos tu oído pero a pocos tu voz; oye las censuras de los demás, pero reserva tu juicio". William Shakespeare
  • "Para hacer escuchar lo que decimos, es necesario ponerse en el lugar de aquellos a quienes uno se dirige" Jean-Jacques Rousseau
  • "Se necesita coraje para pararse y hablar. Pero mucho más para sentarse y escuchar". Winston Churchill